Resumiendo...
Ahorrar energía es el camino más eficaz para reducir las emisiones contaminantes de CO2 a la atmósfera, y por tanto detener el calentamiento global del planeta y el cambio climático. Es también el camino más sencillo y rápido para lograrlo. Por cada kilovatio /hora de electricidad que ahorremos, evitaremos la emisión de aproximadamente un kilogramo de CO2 en la central térmica donde se quema carbón o petróleo para producir esa electricidad.
Además, ahorrar energía tiene otras ventajas adicionales para el medio ambiente, pues con ello evitamos; lluvias ácidas, mareas negras, contaminación del aire, residuos radiactivos, riesgo de accidentes nucleares, proliferación de armas atómicas, destrucción de bosques, devastación de parajes naturales, desertificación, etc.
La energía es indispensable para el desarrollo. Sin embargo, debemos utilizarla de forma eficiente, ya que su transformación, transporte y uso final tienen importantes impactos medioambientales, tales como la generación de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero. He aquí una serie de sencillos consejos que podemos aplicar en nuestra vida cotidiana para consumir menos energía.
1. Apagar las luces encendidas al salir de una habitación, y apagar las luces en habitaciones desocupadas. Tener luces encendidas innecesariamente aumentan mucho el consumo.
2. Reemplazar las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo. Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más.
3. Use tubos fluorescentes donde necesite más luz y esté encendida muchas horas; por ejemplo, en la cocina.
4. Dormir o hibernar el computador (ordenador). En este modo, el computador consume menos energía, no está apagado y vuelve a ponerse activo sin reiniciar el sistema. También se puede programar el computador para que después de un tiempo sin uso (media hora, por ejemplo), se duerma de manera automática.
5. Usar eficientemente los electrodomésticos: poner la temperatura del refrigerador (nevera) entre 3º a 5ºC y el congelador entre -17º y -15º C. Sobre todo, asegurarse que las puertas cierran herméticamente para evitar el calentamiento. Para chequear el estado de las puertas, poner un papel entre ellas y tirar de él. Si el papel sale fácilmente, debemos pensar en resellar las puertas.
6. No precalentar o abrir las puertas del horno más de lo necesario.
7. Con el lavavajillas, usar los ciclos de lavado más cortos y secar los platos al aire libre es una buena manera de reducir su gasto energético.
8. Enjuagar siempre con agua fría en la lavadora, y elegir el programa de lavado ajustado a la cantidad de ropa.
9. En la secadora de ropa, secar aparte la ropa liviana de la gruesa, y limpiar el filtro después de cada secado. Aunque siempre el secado más eficiente será al aire libre.
10. El aire acondicionado: tratar de no usarlo en las horas pico (entre las 12 y las 19 horas). Para ello, en la mañana pre-enfría o pre-calienta tu casa u oficina, apagando el AC al mediodía y cerrando las ventanas o cortinas para evitar pérdidas de frío o calor. Si esto no resulta, trata de mantener el aire a unos 23ºC constantemente.
11. Sellar las ventanas para evitar la pérdida de calor en el invierno y la entrada de calor en el verano.
12. Desconectar los aparatos que no se utilizan frecuentemente, y apagar completamente los televisores o equipos de audio cuando no se están utilizando. Dejarlos en modo sleep puede gastar el equivalente a una bombilla de 75 watios encendida continuamente. Asimismo, encender impresoras sólo cuando el documento a imprimir está a punto.
13. Instalar temporizadores o sensores de movimiento en tantas luces como sea posible. Ellos permiten ahorrar energía, ajustando las luces y su intensidad a nuestras necesidades.
14. Pensando en el largo plazo, comprar electrodomésticos energéticamente eficientes es una buena opción a la hora de renovar los antiguos.
Fuente: Ecosofía.org
El uso racional de energía es una forma de ayudar a preservar el medio ambiente y está al alcance de todos. Ahorrar energía no es reducir el nivel de producción de bienes o grado de satisfacción de nuestras necesidades, sino por el contrario, es lograr un cambio en los comportamientos que conduzcan a un uso racional de la misma.
Si todos colaboramos y nos concienciamos de lo que está ocurriendo y de lo que pueda pasar en adelante si no actuamos... poco a poco la situación irá mejorando y finalmente lo agradeceremos.
¡AHORRA ENERGÍA!
